Las amenazas y el movimiento ‘queer’
No deja de ser paradójico que los defensores de la teorÃa queer se sientan amenazados por las palabras de un genetista o el libro de unos psicólogos
El PaÃs (21.11.2022)
Las amenazas y el movimiento ‘queer’
No deja de ser paradójico que los defensores de la teorÃa queer se sientan amenazados por las palabras de un genetista o el libro de unos psicólogos
El PaÃs (21.11.2022)
Queda la sensación de que nos están tratando como idiotas. Aunque muchas personas se sumen al discurso de resignarse, en realidad han conseguido narcotizar cualquier conato de indignación
Vivimos en la era de los eufemismos y las verdades a medias. Unos y otras alcanzan lÃmites insospechados cuando tratamos un tema tabú en nuestra cultura como es el dinero. Nuestra hacienda, tanto si es mucha, como si es poca, es algo que —corregidme si me equivoco— no suele ser plato de gusto tratar en público.
Olvidémonos de las propuestas neoprogres, de verdad, y cuestionemos qué igualdad reclaman estas diputadas que piden “derechos para las trabajadoras sexuales†sin plantearse cómo van a educar en igualdad a sus hijos e hijas si, al parecer, para las niñas la prostitución es una “salida laboral†y para los niños, blanco y en botella, una opción de ocio
El PaÃs (31.07.2022)
Barcelona, la ciudad que no quiere a los turistas
El concejal de Ciutat Vella denuncia en las redes sociales que los vecinos han tenido que “sufrir†a los visitantes
Más de dos años sin ellos, sin turistas, digo.
No descubro la sopa de ajo si digo que si la pandemia ha atacado con fuerza a algún sector ha sido al del turismo (la restauración y lo que lleva de la mano, puestos de trabajo incluidos, andan también en ese gremio). Pues bien, parece que al final renace el turismo en nuestra ciudad y esta Semana Santa, tanto hoteles como apartamentos turÃsticos, a pesar de un tiempo más que regular, han colgado el cartel de completo. Las cifras, han dicho los implicados, rondaban un 90 por ciento de ocupación, recuperando los niveles de antes del Mobile 2020.
Vino la censura y yo no dije nada
Da miedo pensar que en pleno siglo XXI la amenaza a la libertad de expresión viene de la mano de aquellos gobernantes que, bajo la bandera de la libertad, consideran que hay opiniones buenas y opiniones malas
[Enlace al artÃculo completo]
El PaÃs (1.04.2022)
La profesora de la UAB Juana Gallego supo que sus alumnas no asistirÃan a su Master de Género por su posicionamiento polÃtico al militar en el Partido Femenista al Congreso
[Enlace al artÃculo completo / Enlace al video de la clase abierta de la profesora Juana Gallego]
El PaÃs (31.03.2022)
‘Reivindicar el pasado no puede ser rancio’
Hola, soy Carmen Domingo, periodista en la sección de Opinión de EL PAÃS y escritora. Escribà este artÃculo en respuesta a esa izquierda posmoderna que llama ‘neorrancios’ a la izquierda tradicional
Hace unos dÃas asistà a una comida en la que nos juntábamos antiguos compañeros del colegio y del instituto. Ni que decir tiene que hace más de 40 años que dejamos aquellas aulas lo que, echen cuentas, el evento me retrotrae a los ochenta. Nada mal.
El dÃa de la marmota en la polÃtica catalana
El independentismo puso en la picota a Roger Torrent por inhabilitar a Torra. Ahora que lo hace Laura Borrà s, la culpa es de los letrados y nadie chista
El PaÃs (8.02,2022)
Normalidad, solo en agresiones sexuales
Un informe del ClÃnic establece que el 58% de las agresiones sexuales a mujeres se produjeron en un domicilio y que en el 55% de las jóvenes agredidas de menores de 25 años hubo una sumisión quÃmica previa
ParecÃa que la normalidad iba a estar de vuelta a nuestras vidas en breve. ParecÃa, pasados casi dos años, que al fin podrÃamos relacionarnos como antes de aquel ya lejano marzo de 2020, irnos de copas, quedar con amigos, entrar, salir… y no. Bueno, en realidad la normalidad de antaño no ha regresado en lÃneas general, pero sà lo ha hecho, por desgracia, en violencia machista.
No cancela quien quiere, sino quien puede
Lo polÃticamente correcto se está convirtiendo más en un instrumento con fines antidemocráticos, que en un instrumento en defensa de minorÃas y de vulnerables, en algo más peligroso que solidario
La frase del tÃtulo no es mÃa, se la escuché a Ana Iris Simón hace unos dÃas en un podcast. HacÃa referencia a la cultura de la cancelación, que tan de moda está en estos últimos tiempos, en la que los autodenominados jueces de lo polÃticamente correcto, desde un determinado sector que se proclama de izquierda, se abalanzan, por lo general en redes sociales, contra una persona por emitir una opinión distinta a la que ellos esperan, que suele ser, a su juicio, no favorable a un colectivo que se presenta como vulnerable.